martes, 28 de abril de 2009

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Empirismo

Empirismo

Proviene del término griego empinar (textualmente, experiencia), la translación latina es experientia, de la que se deriva la palabra experiencia. También se deriva del término griego y romano de empírico, refiriéndose a médicos que consiguen sus habilidades de la experiencia práctica, oponiéndose a la instrucción en la teoría.[1]

En filosofía, el empirismo es una teoría del conocimiento, la cual enfatiza el papel de la experiencia, especialmente la percepción sensorial, en la formación de ideas. Con empirismo señalamos la importancia del conocimiento que se basa en la experiencia para validarse como tal, que significa que la experiencia es la base de todos los conocimientos. Parte del mundo sensible para formar los conceptos: lo que uno ha experimentado, lo ha experimentado (Whitehead).

En la filosofía de la ciencia, el empirismo es una teoría del conocimiento, que enfatiza los aspectos del conocimiento científico que están cercanamente relacionados con la experiencia, o en el caso científico mediante la experimentación. Es requerimiento fundamental del método científico, que todas las hipótesis y teorías deben ser pre-probadas o probadas mediante la observación del mundo natural, restándole importancia al raciocinio a priori, la intuición o la revelación.

El empirismo es una corriente filosófica opuesta al racionalismo que surge en

Inglaterra en el siglo XVII y que se extiende durante el siglo XVIII y cuyos máximos

representantes son J. Locke (1632-1704), J. Berkeley (1685-1753) D. Hume (1711-

1776) y Thomas Hobbes (15881679)

Representantes

John Locke y su tiempo

“Por mucho que hablen los aduladores para distraer el pensamiento de las gentes, ello no debe impedir que los hombres se den cuenta de las cosas”

.
A principios de 1660 John Locke era un desconocido tutor en Oxford y dos escritos suyos sobre el tema, curiosamente, hablaban a favor de la postura del clero anglicano y de reforzar la represión contra los disconformitas, como se los llamaba.

En 1670 la Iglesia Anglicana lanza una feroz represión contra los disidentes religiosos, desatando una verdadera caza de brujas que culminará con una quema y censura de libros, cientos de prisioneros y muchos rebeldes enjuiciados, torturados y asesinados. Para la monarquía gobernante era intolerable pensar que los individuos podían ser vistos a los ojos de Dios como libres y responsables y, por lo tanto, que podían actuar según su libre albedrío.

Desde el momento en que defiende el libre albedrío y la acción voluntaria, el pensamiento de Locke defiende la tesis de los disidentes que postulan que uno debe actuar según lo que le dicte su conciencia en situaciones donde solo “el conocimiento probable” es posible.

Otros de los postulados que defendían los Disidentes eran que Dios creó a los individuos iguales y libres respecto a otros; que los individuos son parte de una comunidad que se funda en lo moral y es gobernada por leyes naturales, conduciendo sus actos por los dictados de la razón; que las disputas deberán ser resueltas bajo provisión de evidencia, argumentación y discusión; y que, a pesar de ser seres corrompidos, los individuos son capaces de vivir en paz entre ellos, gracias al consenso y el acuerdo.

El otro aspecto importante de su enfoque epistemológico tiene que ver con su doctrina de los derechos naturales, la cual consiste en sostener que hay ciertas reglas de la naturaleza que gobiernan la conducta humana y que pueden ser descubiertas con el uso de la razón.

Esto sería asumir con Locke derechos naturales innatos que provienen de la ley natural, impresas en el “corazón de los hombres”. Al decir de Tomás Várnagy, “la ley natural es una ley eterna para todos los hombres, incluidos los legisladores, cuyas leyes positivas tienen que ser acordes a las leyes naturales, dotadas así de un poder coactivo para obligar a quienes no las respetan”.

Tolerancia y religión
Todo el trasfondo del pensamiento político y epistemológico de Locke hay que buscarlo en los argumentos a favor de la tolerancia religiosa y de la defensa de una minoría, los Disidentes. Para nosotros la idea de tolerancia religiosa se ha convertido en un lugar común pero esto no era así para los contemporáneos de Locke.

Así también, la idea de que un individuo puede rechazar obedecer una ley civil –piedra sustancial de movimientos modernos como los pacifistas, el feminismo, los abolicionistas y los defensores de derechos humanos- les era totalmente extraña. La Inglaterra de la Restauración se desgarraba por sus conflictos religiosos y la idea de que personas de diferentes cultos pudieran vivir en armonía les parecía descabellada. Por esta razón, la obra de Locke fue la de un fugitivo marginal, radical y revolucionario, escrita por un hombre que vivió gran parte de su vida oculto en el exilio y dando sus obras a imprenta sin firmar.

Vale recordar que fue en Europa donde nacieron las argumentaciones autocríticas para impulsar el fin de las intolerancias. La tolerancia, escribe Fernando Savater, es “convivir con personas cuyas ideas o costumbres desaprobamos. No es indiferencia ni tampoco idolatría de la diferencia ... debe distinguir entre el respeto a la autonomía personal y el respeto a las tradiciones culturalmente diferentes, entre el respeto a las personas (inviolable) y el respeto a las ideas o creencias (que no son vacas sagradas y pueden ser criticadas y discutidas aun acerbamente)”.

Una obra en el exilio

El 1679 se produce una histeria anticatólica que derivará en más sangre y represión. Un supuesto intento católico de destronar a Charles II fue el detonante y los hechos condujeron a que su hermano, el católico Jaime, duque de York, asuma el poder. Los miedos protestantes ante una monarquía católica exigieron a Charles II devolver todo el poder al Parlamento pero éste respondió disolviéndolo y llamando a nuevas elecciones.

Es entonces cuando el conde Shaftesbury organiza el primer partido político en pro del parlamento, los Whigs, y gana tres elecciones sucesivas que le otorgan la mayoría en la Cámara de los Comunes. El rey respondió disolviendo el Parlamento nuevamente y Shaftesbury organiza con la complicidad de los escoceses el asesinato de ambos hermanos Estuardo pero fallas en la organización ocasioanan que deba exiliarse en Holanda, donde muere meses más tarde.

Locke continúo organizando la insurrección pero algunos miembros fueron apresados y condenados a muerte, entre ellos su admirado Algernon Sydney, autor de Discourses Concerning Government, lo que lo obligó a permanecer en Holanda con otros cientos de insurrectos.

Trabajo y Propiedad

El pensamiento sobre el derecho a la propiedad en Locke aparece bien delineado en su ataque a la obra de Filmer en dónde insiste en que no existe relación entre la propiedad y el ejercicio del poder político. Filmer decía que sí con el objetivo de darle legitimidad al poder monárquico pero Locke le hace una pregunta crucial: suponiendo que uno sea propietario de un territorio, ¿qué es lo que hace que este derecho le haga también dueño de la vida de otra persona?

Con esto Locke desarticulaba los presupuestos monárquicos según los cuales los poseedores de riqueza y tierras convierten por extensión en sus súbditos a quienes las habitan. Es por eso que Locke resalta que el poder político descansa sobre el consenso, no sobre la posesión de riqueza. Suponer un “primer patriarca” sería admitir que los hombres no nacieron libres y que en virtud de su subordinación natural, absoluta y arbitraria, tampoco podrán serlo nunca.

«La razón, que es donde radica dicha ley, enseña a todo el que quiera consultarla que todos los hombres deben ser iguales e independientes y que no debe dañarse ni la vida, ni la salud, ni la libertad, ni las posesiones de los demás.» Para Locke no existe jure divino, sujeción natural, sumisión de nacimiento a la monarquía porque el hombre es libre por naturaleza y no existe nada que lo convierta en un súbdito de algún poder terrenal, excepto su propio consentimiento.

THOMAS HOBBES

Es el estado en que el hombre se encontraba antes de la organización de la vida social, los seres humanos son iguales por naturaleza, en sus facultades corporales y mentales (mas en las mentales que en las corporales). Estas igualdades generan la desconfianza, y esta a su vez la guerra (al existir la desconfianza cada hombre trata de tomar recaudos, anticiparse y dominar sobre los demás).

Hobbes nos dice que el estado de naturaleza se puede ver en tres lugares diferentes: Entre estados entre sí, en las guerras civiles, y en los salvajes en América.

Es un estado hipotético, en el cual cada hombre es enemigo de los demás, c/u depende de sí mismo, no existe un poder común que los atemorice a todos. Es conocido también como "Estado de Guerra", el cual basta solo con una amenaza para generarse, aunque no estalle el conflicto; hay una constante disposición manifiesta a la guerra, nada se construye, solo hay peligro, temor, violencia y muerte. No existe la propiedad, solo posesiones temporales. Es un estado de permanente infelicidad, el hombre es un ser solitario, y se encuentra en peligro constante (el hombre es el lobo del hombre). Cada hombre considera que su compañero debe valorarlo del mismo modo que el se valora a si mismo; cada uno se considera mejor que el otro. El hombre es competitivo, orgulloso y egocéntrico. El estado de guerra, de todos contra todos se genera por tres causas:

  • Competencia: por bienes materiales (para lograr beneficios).
  • Inseguridad o desconfianza: antes que me ataque otro, ataco yo primero.
  • Gloria: vanidad, orgullo. Querer que el otro me valore.

Estos seres están guiados por las pasiones (al igual que lo dice Maquiavelo), que son las que llevan a buscar la paz. Estas pasiones también son compartidas por todos los hombres:

  • Temor: miedo a todos y muerte súbita.
  • Esperanza: de una vida confortable.
  • Deseo: de conseguir una vida confortable a través de su propia industria.

DERECHO NATURAL

Es la libertad que tienen los hombres para usar su poder como quieran para conservar su vida, es decir auto preservarse (que es el fin último del hombre).

La libertad es la ausencia de impedimentos externos (no existe nada que no pueda el hombre hacer de su uso para defender su vida).

LEYES NATURALES

"Ley Moral".

Restringen la libertad absoluta del estado de naturaleza. Son virtudes morales, que no mutan (son eternas), y que se pueden resumir en "no hagas al otro lo que no te gusta que te hagan a ti", ya que somos todos factores de una misma suma. Obligan en el foro interno (van ligadas a un deseo de verlas realizadas) y no siempre en el externo, y por lo tanto suponen una obligación débil; resultan fáciles de ser observadas, ya que no requieren sino esfuerzo (quien se propone su cumplimiento las realiza, y quien realiza la ley es justo).

De las 19 existentes, nos referimos a las 3 primeras, que son las necesarias para la fundación del estado civil:

  1. Buscar la paz y seguirla (o prepararse para un estado de guerra): Por medio de las pasiones. Temor a la muerte, deseo de cosas necesarias para vivir confortablemente y la esperanza de obtener los bienes necesarios por medio del trabajo. El miedo a lo irracional me vuelve racional, y así me acuerdo de los artículos de paz (leyes naturales). Así, el estado de guerra se supera en parte por las pasiones y en parte por la razón.
  2. Pactar: Si todos acceden.
  3. Respetar lo pactado: Haciéndolo se es justo, de lo contrario se es injusto.

DERECHOS DEL SOBERANO

    • No puede cometer injurias (es súbdito de Dios, y debe obedecer las leyes naturales), así como tampoco puede ser juzgado por sus súbditos.
    • Debe mantener la paz y defender a sus súbditos.
    • Legisla y juzga (la división de poderes debilita al Estado)
    • Puede recompensar y castigar.
    • Decide sobre los problemas que surgen.
    • Elige ministros
    • Cobra impuestos.

El fin del soberano es mantener la paz y defender a sus súbditos, es el que legisla y juzga. Promulga normas que indiquen lo que se puede y lo que no se puede hacer. Tiene derecho de judicatura, es decir, de decidir en los problemas que puedan surgir en relación con la ley civil. Tiene derecho a cobrar impuestos, elegir consejeros y ministros, etc.; es el que determina la propiedad. Puede recompensar y castigar, hacer guerra y paz con las demás naciones; es el único juez de los medios de paz y defensa, así como también de las doctrinas que son adecuadas para la enseñanza de las mismas. La doctrina en contra de la paz, no puede ser verdadera, así como paz y concordia no van contra las leyes naturales.

En el caso de la distribución de la propiedad que realiza el soberano respecto a sus súbditos, se hace en pos de ordenar la paz y la seguridad común, mediante la distribución de tierras. Cualquier distribución que el soberano haga en perjuicio de aquella norma es contraria a la voluntad de cada súbdito, que encomendó su paz y seguridad a la discreción a la conciencia del soberano.

La espada pública:

Es lo que va a necesitar el soberano para hacer cumplir las leyes naturales (que pasen de foro interno a foro externo, es decir que se transformen en leyes civiles). Ese miedo a todo, presente en el estado de naturaleza, se transforma en miedo a la espada pública.

Formas de gobierno:

Hobbes, está pensando en un estado absoluto, es decir que posea un poder ilimitado, y no en uno absolutista. Está pensando en una forma de ejercer el poder de una forma centralizada, y supone la no existencia de intermedios en las relaciones políticas entre el estado y los individuos.

Dice que hay solo tres formas de gobierno posibles:

    1. De 1 solo, Monarquía
    2. Asamblea de todos, Democracia.
    3. Asamblea de un grupo selecto, Aristocracia.

Las diferencias de estas formas de gobierno no son de poder, sino de conveniencia en cuanto a la organización del estado para producir la paz y seguridad del pueblo.

Sin embargo, entre los gobiernos existentes, existen otras formas de organizaciones, que son desviaciones de las 3 formas de gobiernos anteriormente nombradas. Estas son: la Tiranía, la Anarquía, y la Oligarquía.

.DIVISIÓN DE LAS LEYES

George Berkeley

Introducción a su pensamiento. Principales tesis de Berkeley.

George Berkeley (1685-1753) propuso una teoría filosófica que fue denominada por él "inmaterialismo" y que recibió más tarde el nombre de idealismo. Elabora una nueva versión metafísica del empirismo al servicio del teísmo cristiano creacionista. Para lograr tal propósito, utiliza la epistemología empirista, considerada por él como la mejor para acabar con el materialismo y enaltecer la infinita y gloriosa potencia divina.

La ontología de un filósofo es su versión acerca de los diferentes tipos de entidades que, según él, pueden encontrarse en el mundo.

El inmaterialismo de Berkeley es una ontología que sólo admite dos especies de existencias, la de las ideas que son pasivas y dependientes y la de los espíritus que son activos, siendo Dios el espíritu supremamente activo, que ha creado todo lo demás. Berkeley niega, pues, la realidad de los corpúsculos materiales. El inmaterialismo niega la realidad de las sustancias materiales cualesquiera que sean. Berkeley estaba convencido de que al exponer esa teoría minaba los argumentos básicos de los materialismos. Berkeley creía que el inmaterialismo permitía establecer una prueba nueva e irrecusable de la existencia de Dios.

Corrección a Locke: ser es ser percibido.

Berkeley suprime de golpe el polo objetivo (realista) de la conciencia que Locke había respetado. Sostiene la inmanencia de la misma experiencia, la reducción de ésta a contenidos de conciencia, es la ecuación ser=ser percibido.

Es la experiencia (lo que yo experimento en mí) y sólo ella quien ha de fijar los "hechos". Y ni la experiencia de las sensaciones visuales ni la de las sensaciones de contacto (siempre e igualmente sensaciones) nos da derecho a inferir que esas sensaciones tengan una y la misma causa real (como infería Locke). Ni tampoco que una u otra, ni por separado ni juntas, tengan causas materiales en absoluto.

Por lo demás, la inferencia sería inútil, pues lo experimentado es el complejo de sensaciones y no hay necesidad de "otra" realidad, como tampoco hay posibilidad de comprobarla.

La principal innovación que Berkeley hace a Locke en la línea gnoseológica del empirismo es la radicalización del nominalismo. El gran error es pensar que la mente puede elaborar ideas abstractas. Defiende un nominalismo absoluto. Todas las ideas son particulares "Me es imposible formar ideas abstractas, dice Philonous a Hylas en el Diálogo I. Las supuestas ideas generales de Locke no son más que nombres comunes, con los cuales hacemos referencia más o menos indistinta o confusa a diversas ideas particulare

Reflexión en torno a “el empirismo”

Se da a entender que el empirismo se puede definir como la experiencia como la norma de la verdad en el conocimiento

La experiencia repetida nos da el criterio para conocer las situaciones. El empirismo se caracteriza por no permitir que el hombre tenga el significado absoluto de la verdad, La verdad debe ser experimentada para saber si debe ser modificada, corregida o es falsa.

La mayoría de nuestro tiempo tenemos una manera de pensar empirica, no aplicamos el conocimiento científico para los sucesos.

El inmaterialismo de Berkeley

Berkeley propuso una teoría filosófica que fue denominada por él “inmaterialismo” y que recibió más tarde el nombre de idealismo. Elabora una nueva versión metafísica del empirismo al servicio del teísmo cristiano creacionista. Para lograr tal propósito, utiliza la epistemología empirista, considerada por él como la mejor para acabar con el materialismo y enaltecer la infinita y gloriosa potencia divina.

El inmaterialismo

En filosofía, idealismo designa las teorías que —en oposición al Materialismo— sostienen que la realidad extra mental no es cognoscible tal como es en sí misma, y que el objeto del conocimiento está pre formado o construido por la actividad cognoscitiva.

Berkeley, no obstante, sostenía que los argumentos derivados de la relatividad de nuestras ideas acerca de las cualidades secundarias se aplican igualmente a nuestras ideas acerca de las cualidades primarias. Para Berkeley la distinción entre cualidades primarias y secundarias es una distinción abstracta e insostenible. Además es un supuesto arbitrario que contradice toda evidencia empírica. En la experiencia aparecen cualidades primarias y secundarias inseparablemente entretejidas y todas al mismo tiempo. La forma y la dimensión de los objetos, así como la velocidad de sus movimientos, parecen cambiar según la posición que ocupamos e incluso según nuestro estado de espíritu. Objetos que parecerían pequeños a observadores de gran estatura parecerían grandes a un observador muy pequeño

El conocimiento

Berkeley desemboca en la inmanencia absoluta del conocimiento. Puede definirse como una determinación del sujeto por el objeto. El sujeto se conduce receptivamente frente al objeto, esto no significa pasividad al contrario puede hablarse de una actividad y espontaneidad del sujeto en el conocimiento. Al determinar el sujeto al objeto se muestra trascendente a él. El carácter de trascendente es propio de todos los objetos del conocimiento. Los objetos se dividen en reales e irreales. Real es todo lo que nos es dado en la experiencia externa o interna o inferente a ella.

Irreal son los objetos, ideales meramente pensados.

El sujeto y el objeto no se agotan en su ser el uno para el orto sino que tienen además un ser en sí. Este consiste para el objeto en lo que hay desconocido en él. En el sujeto reside en lo que él sea además de sujeto cognoscente .

Una de las principales obras de Berkeley

Tratado sobre los principios del conocimiento humano

Principalmente, este libro trata de refutar las posiciones de su contemporáneo John Locke acerca de la naturaleza de la percepción humana. Aunque, como todos los filósofos empiristas, tanto Locke como Berkeley coincidían en que existe un mundo externo, y en que este mundo es el que causa las ideas que uno tiene dentro de su mente, Berkeley trató de probar que el mundo externo también se compone únicamente de ideas. Berkeley lo hizo sugiriendo que las ideas sólo pueden asemejarse a las ideas: las ideas mentales que poseemos sólo pueden asemejarse a otras ideas (no a objetos físicos) y de este modo el mundo externo no consiste en una forma física, sino más bien en ideas. Este mundo recibe lógica y regularidad por alguna otra fuerza, que Berkeley concluyó que era Dios.

DAVID H U M E

. LA CIENCIA DEL HOMBRE: OBJETO Y MÉTODOS.

Los propósitos que Hume se trazó en su quehacer filosófico, así como los principios de su metodología están presentados explícitamente en la introducción al Tratado. En esta obra Hume se propuso elaborar “un sistema completo de las ciencias, edificado sobre un fundamento casi enteramente nuevo, y el único sobre el que las ciencias pueden basarse con seguridad”. (T., Intr.)

Hume comienza .por defender en el Tratado la relación existente entre todas las ciencias y su dependencia con respecto a la que él llama "Ciencia del Hombre" o "Ciencia de la Naturaleza Humana", (también denominada por Hume "filosofía moral", por oposición a la filosofía natural). Sostiene Hume que esta dependencia se da no sólo en aquellas disciplinas que se encuentran más estrechamente ligadas a la naturaleza humana, como la lógica, moral, estética y política (T., 25-35), sino también las matemáticas, la filosofía natural y la religión natural, "que se hallan bajo el conocimiento de los hombres y son juzgadas por sus poderes y facultades".

LA DOCTRINA DE HUME SOBRE LAS IMPRESIONES E IDEAS.

Hume fue influido por el empirismo inglés de Locke (no hay ideas innatas, todas nuestras ideas provienen de la experiencia), pero, más radical que él, negará las reliquias metafísicas de éste (concepto de sustancia e idea de causa). Podemos decir que el empirismo inglés alcanza con Hume su culminación doctrinal, culminación que representa una ruptura radical con la metafísica occidental.

A su vez, tanto las impresiones como las ideas pueden ser simples y complejas. Las impresiones e ideas simples son aquéllas que no admiten distinción ni separación. Las complejas son las que pueden ser divididas en partes.

LA ASOCIACION DE IDEAS (T. 273 - 302)

Como se ha dicho, las impresiones e ideas pueden ser simples y complejas. Pero, a su vez, las impresiones pueden dividirse en impresiones de sensación e impresiones de reflexión. Las primeras surgen en el alma originariamente, de causas desconocidas. Las segundas se derivan en gran parte de nuestras ideas de acuerdo con el orden siguiente: impresión (por ejemplo, de calor o placer) - percepción de calor o placer- copia de esta impresión en el espíritu y permanencia de ella después de terminar la impresión - idea -; retorno de esta idea al alma produciendo nuevas impresiones - impresión de reflexión - copia de esta impresión de reflexión por la memoria y la imaginación - idea-, producción por esta idea de nuevas impresiones e ideas. Las impresiones de sensación son estudiadas por los filósofos naturales. Las impresiones de reflexión (como pasiones, emociones, etc.) surgen de las ideas.

Vea mos cómo opera este segundo principio (el de asociación de ideas) de la naturaleza humana. Cuando la mente ha recibido impresiones, éstas pueden reaparecer, según Hume de dos modos:

1.-Con un grado de viveza intermedio entre la impresión y la idea. La facultad por medio de la cual repetimos nuestras ideas es la memoria.

2.- Pueden reaparecer como meras ideas, como copias de impresiones. La facultad de reproducir estas impresiones de este segundo modo es la imaginación

NUESTRO CONOCIMIENTO VERSA SIEMPRE SOBRE "CUESTIONES DE HECHO" Y SOBRE "RELACIONES DE IDEAS".

Antes de ver con detalle qué función ejerce la doctrina de la asociación de ideas es preciso referirse a otra distinción fundamental; es la que Hume establece entre lo que se denomina "cuestiones de hecho" y " relaciones de ideas".

En opinión de Hume todo nuestro razonamiento consiste en un descubrimiento de relaciones, o dicho de otro modo, todo nuestro razonamiento versa sobre relaciones entre cosas: entre hechos o entre ideas. Por tanto, y ésta es la tesis de partida, “todos los objetos de la razón o de la investigación se dividen naturalmente en relaciones de ideas y cuestiones de hecho", y la diferencia entre ambos tipos de relaciones radica en la diferente evidencia que tenemos de su respectiva veracidad.

Relaciones de ideas: Para que se comprenda con un ejemplo, decir que "la suma de 4 y 4 es igual a 8" o que "la suma de los tres ángulos de un triángulo es igual a dos ángulos rectos" es establecer relaciones entre ideas. Existen relaciones entre ideas de las que tenemos una evidencia directa (son conocidas por intuición): son las relaciones de semejanza, contrariedad y grado de cualidad. Y existen relaciones de ideas cuya evidencia se obtiene por razonamiento demostrativo: son las relaciones de proporción cuantitativa, expresadas por las proposiciones matemáticas.

Que son proposiciones necesarias, esto es, son absolutamente ciertas: esto es así porque su negación implica una contradicción lógica. Por tanto, las proposiciones verdaderas sobre relaciones de ideas están fundadas en la no contradicción. La verdad de estas proposiciones no depende de su aplicación, su verdad no se funda en la experiencia

Cuestiones de hecho: Para que se comprenda con un ejemplo, que "el oro es amarillo", "que el hidrógeno es menos pesado que el aire" o "que el sol saldrá mañana" son proposiciones que expresan cuestiones de hecho. Con estas proposiciones estamos haciendo referencia a la existencia de determinadas relaciones de las que no podemos tener conocimiento con independencia de la experiencia

Pero, a diferencia de las proposiciones sobre relaciones de ideas, las proposiciones sobre hechos son contingentes (es decir, no necesarias). Esto significa que su negación no implica una contradicción lógica: no hay ninguna necesidad -nos dice Hume- de que los hechos sean tales y como de hecho son, ni ninguna necesidad de que se relacionen tal y como se relacionan. Mientras que las relaciones de ideas expresadas por las matemáticas no pueden ser de otro modo, las relaciones entre los hechos podrían ser de otro modo sin que ello implique ninguna contradicción.

CRÍTICA AL CONCEPTO DE SUSTANCIA (SUSTANCIA COMO RES EXTENSA -MUNDO-, SUSTANCIA COMO RES PENSANTE -YO- , SUSTANCIA INFINITA -DIOS-).

La crítica al concepto metafísico de “sustancia”, es llevada a cabo por Hume desde los principios que conforman su teoría del conocimiento, a saber: el criterio empirista del significado, el principio de asociación como principio operativo de la mente y el concepto de creencia fundado en la inferencia causal.

El principio fundamental de la filosofía de Hume es que no se da nada en el espíritu que no sean percepciones. Toda idea significativa ha de poder ser reducida a una impresión. Preguntémonos de qué impresión se deriva una idea. Sólo si podemos mostrar que existe una impresión que corresponde a la idea en cuestión, podremos afirmar que dicha idea posee significado.

LA FILOSOFIA MORAL

Las pasiones, acciones... son impresiones de reflexión, hechos originales y, por tanto, no pueden ser verdaderas no falsas. La causa del actuar está en preferir algo, no en conocerlo; las acciones derivan de las pasiones, no de la razón. Los juicios morales no son pues relaciones de ideas, ni cuestiones de hecho, ni derivan de la razón ni, por consiguiente, son verdaderos o falsos.

El valor moral no es una cualidad de las cosas, ni de la relación entre ideas. Sólo en la actitud respecto de los hechos encuentro un sentimiento de agrado o desagrado que me lleva a aprobarlo o no. Las distinciones morales no derivan pues de los hechos, no dependen del objeto, sino de mis sentimientos. La moral es sentida, no juzgada. Ahora bien, si la razón no es el fundamento del sentimiento moral, al fijar los objetos morales y al realizar distinciones, ayuda a tener los sentimientos morales apropiados.

Esto conduce a afirmar que no todo sentimiento de placer o dolor es un sentimiento moral. Los placeres que determinan la moralidad son cualitativamente diferentes de los placeres personales de utilidad e interés estrictamente individual.